15 mayo, 2008

Trabajar más en uno para trabajar menos

Hace tan solo unos días Cristian Kuklis publicaba en este mismo sitio una reflexión acerca de la sorprendente pasividad con la cual mucha gente asume su condición laboral. Sorprendida acerca de la veracidad de una interesante frase en la cual comentaba que cuando no estamos trabajando, habitualmente, nos encontramos descansando o ingiriendo alimento para retomar nuestra “labor productiva” me pregunto ¿por que no buscar además esa felicidad de la cual se hablaba en el descentramiento del trabajo? El paso de los años y las condiciones socio-económicas nos han llevado a naturalizar el protagonismo que el trabajo tiene en nuestras vidas. Y si bien es cierto que dicha “capacidad” tal como nuestro querido padre del psicoanálisis lo mencionaba hace tantos años atrás es junto con la capacidad de amar y creatividad los tres signos a partir de los cuales se podría definir la salud y por ende, sin duda, en algún punto fundamental, salud es por sobretodo, encontrar ese preciado equilibrio, que en ocasiones, tanto nos cuesta lograr. Siendo a mí parecer fundamental para ésto, la multiplicación de las fuentes de sociabilidad, utilidad e integración, por fuera de las que cada vez más se establecen producto de nuestro trabajo. Extender las redes se constituye en un desafió…

Pero mas allá de todos conocer y desear, en algún punto, la modificación del desequilibrio actual que muchos padecemos entre las obligaciones y el tiempo para uno, no hay que ser ingenuos. Dicha situación no se modifica ni lo hará de un momento para otro debido a que, si se sigue perpetuando a pesar del padecimiento que conlleva ¿no será porque en algún punto encubre deficiencias de las cuales preferimos no anoticiarnos?

1 comentario:

Cristian Kuklis dijo...

qué buen post.
el último párrafo me dejó pensando mucho...